Pillar la del cerdo


Después de la primera semana de curso, ya puedo atreverme a sacar algunas conclusiones. De entrada, que los malos pronósticos con los que abría este blog se están casi cumpliendo, aunque la familia de momento no proteste en voz muy alta.
La segunda conclusión es que la actividad con la que he estado comenzando mis cursos de lengua los dos últimos años, una Ruta de tapas por Granada en forma de webquest (WQ), tiene muy buena aceptación por parte de los alumnos. Hasta ahora he implementado la actividad con grupos de niveles 2B, 3A, 3B y 4A, pudiéndose adaptar la WQ a cualquiera de estos niveles. Aún así, los mejores resultados se han obtenido con grupos de múltiples nacionalidades y niveles 3B y 4A. Pero a esta actividad le dedicaré una entrada propia más adelante.
Y la tercera conclusión es que lo peor de trabajar en verano para quienes nos dedicamos a la enseñanza son los continuos e inevitables resfriados que nos infringen aires acondicionados, el forzar la voz durante las clases (no me imagino cómo lo llevarán los compañeros que tienen grupos más numerosos de lo que debieran; a mi con 9, a veces, ya me cuesta) y las botellas de agua helada con las que sofocar el asfixiante calor. Y hoy en día, con la que está cayendo, la cosa no es como para tomársela a broma. El caso es que en los últimos días he ido incubando un gripazo (sufijo de obsequio a mis alumnos; no es que esté tan mal) que tuvo su punto álgido el día en el que íbamos a aprender expresiones en español relacionadas con animales. La gripe A, o gripe H1N1 o gripe porcina (nombre con el que se la bautizó inicialmente) sin duda afectará a muchos, así que habrá que empezar a incluir en nuestro idioma expresiones relacionadas con esta nueva realidad. Esa reflexión la tuve en plena clase, el día en que peor me encontraba, y mientras iba escribiendo en la pizarra «estar como pez en el agua», «ser un gallina» o «comer como un cerdo», no pude evitar introducir estas de abajo:

Pillar la del cerdo.

– Tener la del cerdo.

– Morir por/de la del cerdo.

No quiero ni contarles las caras de semiespanto que se les quedó a algunos de mis alumnos, que estaban viendo lo mal que me encontraba y que, aún en níveles superiores, no suelen entender el humor negro español. Quizás los del comite de empresa, que gustan de usar caritas y emoticones para pedirnos que evaluemos su trabajo, podrían plantearle a la dirección del centro los dos meses de vacaciones en verano. Y seguro que si acuden a la reunión con un emoticón en forma de carita de haber pillado la del cerdo, nos consiguen vacaciones para todas y todos en julio y en agosto, ¿o es que estoy delirando por la fiebre?

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: