Yo pensaba que los hombres
tenían que ser como yo,
ese que nunca se esconde,
el típico macho español,
el que regresa a su casa
cansado de tanto trabajo
y que le importa un carajo
una fregona o un recogedor.
Que mi casa era mi reino
y en mi reino yo reinaba,
una esposa por esclava
y como trono mi butacón.
Yo pensaba que una hembra
no es como un varón,
que ellas nacen cenicientas por obligación,
y los callos de sus manos
son por la gracia de Dios.
Y ahora que estoy en el paro
me ha tocado a mi limpiar.
Mi mujer se ha colocado,
ahora pone ella el dinero
y yo pongo el delantal.
Y al llegar a nuestra casa
no descansa, se pone a ayudar.
Hoy por fin me he dado cuenta
de algo que nunca voy a olvidar:
que un hombre no es menos hombre
si coge una escoba,
si coge una escoba o se pone a fregar.
Los vídeos de Vodpod ya no están disponibles.
Deja una respuesta