“Son las siete de la mañana.
Hora de levantarse.
”Me acabo de levantar,
todavía me pongo yo
la corbata para currar.
Yes que no me he acostumbrado
que yo soy desde hace tiempo un parado,
y me levanto igual de tieso,
igual de tieso que me he acostado.
Me acabo de levantar,
oigo voces a mi alrededor,
no me dejan ni mear,
me tienen acorralado.
Algo he visto en el espejo reflejaaaao,
un demonio que me grita
“Papá ponme ya el Cola-cao.”
Mi mujer viene detrás“
enciéndeme el calentador.”
“¿las tostadas dónde están?,
me grita el demonio cabrón,
y una niña en el pasillo dando voces
que me dice “¡plánchame, plánchame!
¡plánchame el uniforme!.”
Acabado de levantar,
Acabado de levantar….
“¿Qué? ¿no os enteráis?
¡Que el día acaba de levantar, joder!
Las fatiguitas más grandes
las paso haciendo una cama.
Me coloco frente a ella,
las sábanas tiro al vuelo
para ver si caen encajadas,
y las encajo en todas partes,
en todas menos en la cama.
La colcha le pongo encima
y si tiro de una esquina
de la otra me sale un cacho,
y aquí estoy dando más vueltas
que una paloma a un pistacho.
Yo no sé, por mi madre, yo no sé
si hay alguna forma humana
de que pueda un hombre solo
colocar la funda de la almohada.
Debajo de la cama,
debajo de la alfombra,
debajo de los muebles
yo voy metiendo
la mierda y la pelusa
que yo voy viendo,
manejo la mopa igual que Kaká.
¿Kaká?¿Cáca?¿cáca?
¡Ah!Hago la compra siempre en el Supersol,
muchas mujeres y de hombre sólo yo.
Me vuelvo loco comprando en Supersol
de primera calidad,dame unos melones
de máxima categoría
y de toda la bahía.
La compra será mejor
¡olé que ciezo!¡olé que ciezo!
¡olé que ciezos veo en Supersol
!Con el cuarto de los niños
eso no hay quien pueda,
eso no es un cuarto
es una leonera.
Siempre está desordenado,
todo lo dejan por ahí.
Fíjate cómo está el cuarto
que yo tengo que entrar ahí.
Las babuchas, los pijamas,
una funda de la cama,
una gorra, la carpeta,
una piedra de hachís
¿una piedra de hachís?
Esto es para mi.
Que de cables y aparatos
tiene el niño este.
Yo para mi que estoy
dentro de un cohete.
Tiene plasma, la Playstation,
cuatro bafles en el techo,
tiene vídeo, DVD
y el ordenador también.
A los niños de hoy en día
no hay un tiesto que les falte.
Yo todavía no me explico
cómo está encerrado en el wáter.
Y la ropita de los chiquillos,
que van todo el día
enseñando el calzoncillo,
los pantalones ennchamuscados
que van andando
como si fueran cagados.
Menos mal que esa modita
en mis tiempos no la había,
vaya tela, y es que a mi se me vería
la rallita de canela.
Estoy notando al andar
que hay agua por todas partes,
menos mal que es de parqué
esta tarima flotante.
Yo que ya me iba a acostarde
dónde sale esto ahora,
Dios mío, por lo que más quieras
que no sea la lavadora.
Ni cortando la general,
ni haciendo cortes de manga
el agua no se detiene
ni con la virgen de la Palma.
Las dos de la madrugada
y aquí estoy yo todavía
con la ropa arremangada
y dando de recogida.
Ya está seco todo.
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